En los proyectos de construcción y obras de ingeniería, el agua puede ser uno de los mayores retos a gestionar. La función principal de la aplicación de geosintéticos y geodrenes como sistema de drenaje es la de permitir la retirada de las aguas que se acumulan en depresiones topográficas del terreno. Los geodrenes conducen el agua que se infiltra a través del terreno por escurrimientos naturales o por el nivel freático, causando inconvenientes. Tienen aplicaciones en agricultura e hidráulica, en edificios y cimentaciones, en áreas urbanizadas o infraestructuras de comunicación como puentes y carreteras.
Los métodos convencionales de drenaje consisten en hacer zanjas, trincheras o excavaciones y luego rellenarlas con material granular. Para evitar que se colmaten, lo más común es que se usen filtros a base de tres o más capas de gravas de diferente tamaño. Estos sistemas son costosos, lentos de instalar, intensivos en mano de obra y poco amigables con el medio ambiente porque requieren de la explotación de bancos de materiales, acarreos y combustibles fósiles.
La aplicación de geosintéticos y geodrenes como drenajes se diseñan para asegurar que el agua fluya de acuerdo con lo planeado, garantizando un caudal de agua estable. Los geosintéticos y geocompuesto de drenaje no se colapsan aún a altas compresiones asegurando el área hidráulica disponible para la captación y conducción del agua. No se colmatan debido a un geotextil que utilizan como filtro con propiedades específicas para esta función. Estos sistemas de geodrenes son más rápidos de instalare que los sistemas tradicionales a base de tuberías y piedra, o los drenes franceses de grava. Además, permiten un control de calidad en obra más fácil al tratarse de productos terminados industrializados.